Las que acusaron a los gallos de violar a las gallinas pierden todo el dinero de la colecta
El grupo de feministas Almas Veganas pasa por su peor momento. Este colectivo animalista, que culpa a los gallos de violar a las gallinas al fecundar los huevos, ha perdido todo el dinero que habían recogido en donaciones en una colecta que tenían abierta en Internet desde el mes de junio. Además, lamentan que después de que se conoció la doble vida como escort de lujo de la líder del colectivo han bajado considerablemente las aportaciones mensuales de los socios del «santuario animal».
Habían recogido 3.400 euros de los 50.000 que habían fijado como objetivo pero, según dicen, por no saber atender una petición de la web que usaban, la plataforma ha devuelto automaticamente todos los donativos recogidos. Por ello en las últimas horas a través de las redes sociales están pidiendo que se reingresen esas pequeñas cuantías económicas. Sin embargo, por el momento sólo han recuperado 155 euros. Se trataba de un centenar de donaciones de, por lo general, entre 5 y 10 euros, con alguna excepción que llegaba a los 200 euros.
En un vídeo difundido a través de su cuenta pública en Instagram, Fanny, la líder y portavoz de Almas Veganas, lamenta que tienen que pedir una hipoteca para pagar las tierras donde tienen unos 50 animales. Explica que en los terrenos caben más de 300 cabezas de ganado, pero, ante la falta de recursos, tienen que reducir sus planes iniciales. Relata que son muchos gastos entre comida, cuidados, veterinario, gestoría, etc.
Fanny apunta que a través de las fotografías de animales en las redes sociales puede parecer que en el proyecto son todo sonrisas y buenos momentos. No obstante, apunta que detrás hay mucho trabajo y sacrificio que no se ve.
En el lado positivo, comenta que han ganado una persona involucrada a tiempo completo. De dos integrantes volcadas en la iniciativa, ahora son tres, pero aún así no llegan a cubrir el dinero que se requiere al mes. Explica que están vendiendo un piso en Badalona y con ese dinero pedirán la hipoteca para pagar el terreno que usan. Al comienzo del proyecto, había nueve personas, pero han ido abandonando el barco.
Según aseguró en un vídeo anterior, pusieron 40.000 euros de entrada al alquilar los terrenos que usan en Osor, municipio en la provincia de Gerona, y pagan 2.000 euros al mes. No obstante, en menos de un año se les acaba el contrato y quieren, con una hipoteca de por medio, hacerse con la propiedad de la parcela.
De 9 a 3 personas
«Por unas razones u otras, el santuario no fue la prioridad de estas personas y ha faltado el compromiso y el sacrificio. Tenemos días bajos obviamente como todo el mundo, pero siempre nos levantamos con mucha energía para partir adelante porque aquí tenemos nuestras responsabilidades y no podemos permitirnos el lujo de estar mucho tiempo mal porque no aporta», justificó Fanny.
«Tenemos que pedir una hipoteca para pagar el resto que nos queda por pagar obviamente porque es mucho dinero. Realmente, está claro, no hubiéramos cogiendo unas tierras así de saber que no somos los nueve del principio, pero las cosas son así y no sirve de nada quejarse de lo que ya se ha hecho. Así que tenemos que luchar para para tirar adelante como sea y creemos que con toda la ayuda vuestra podemos conseguirlo. Esperamos que podáis comprendernos, que podáis ayudarnos en la medida de posible cada une (sic.) y que nos ayudéis a seguir con esa labor que básicamente es rescatar animales de la esclavitud para que tengan una vida digna que realmente merecen», relatan.
En su campaña las integrantes de Almas Veganas lamenta que están pasando días duros, sobre todo cuando alguno de los inquilinos de su granja muere. Destacan que «es una labor de dar un espacio a esta gente maravillosa», en referencia a las cabras, vacas, conejos y gallinas que «en esta sociedad son discriminados, son refugiados en este sistema que les condena, les esclaviza y les asesina». Ahora, la crisis del coronavirus les está poniendo contra las cuerdas para poder continuar con el proyecto y la ciudadanía con la que contaban les está dando la espalda.
El proyecto comenzó «hace ya tres años con toda la ilusión del mundo para ayudar en la medida posible a los animales víctimas del especismo y del capitalismo». Denuncian que la sociedad trata a los animales como «productos, mercancías y propiedades cuando no lo son, son seres sintientes que deberían tener el mismo derecho que nosotros a vivir sus vidas sin ser utilizadas ni discriminadas».
En septiembre de 2019 acapararon los focos de los medios de comunicación. Sus afirmaciones sobre gallos violadores les lanzaron a los titulares de la prensa. Recibieron las críticas de ganaderos, cocineros como Karlos Arguiñano, etc. y cosecharon el apoyo, no obstante, de cargos de Podemos como Sergio García, hoy director general de Derechos de los Animales en el Ministerio de Derechos Sociales que lidera Pablo Iglesias.